Actitudes para recibir la Misericordia Divina
Pedirla a Dios en la oración,
reconociendo la verdad de nuestra vida: necesitamos ser salvados.
“Misericordia, Dios mío, por tu
bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito,
limpia mi pecado” (Sal 51, 3)
Practicar la misericordia con el
prójimo, esforzándonos en vivir la verdad del Amor.
“Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7) “Si un alma no practica la
misericordia de alguna manera, tampoco la alcanzará de Mí en el día del Juicio” (IV,
57)
“Tú serás mi reflejo vivo a través
del amor y de la misericordia; sé siempre misericordiosa hacia los demás, sobre
todo hacia los pecadores” (V. 59) “En esto conocemos que
amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus
mandamientos”.
“Dios es paciente con nosotros
porque nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no
corta puentes, sabe perdonar” (Franc., 7/4/2013)
“Cuanto más confía el alma, más
alcanza” (V, 148) “Si mi muerte no les ha convencido de mi amor, ¿qué
es lo que les convencerá?” (II, 47)