"Mi Corazón está colmado
de gran misericordia para las almas y especialmente para los pobres pecadores.
Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que para ellas
de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de
misericordia; para ellas vivo en el tabernáculo; como Rey de Misericordia deseo
colmar las almas de gracias, pero no quieren aceptarlas. Por lo menos tú ven a
Mí lo más a menudo posible y toma estas gracias que ellas no quieren aceptar y
con esto consolarás Mi Corazón.
Oh, qué grande es la indiferencia de las almas
por tanta bondad, por tantas pruebas de amor. Mi Corazón está recompensado
solamente con ingratitud, con olvido por parte de las almas que viven en el
mundo. Tienen tiempo para todo, solamente no tienen tiempo para venir a Mí a
tomar las gracias".
"Oh, si los pecadores
conocieran Mi misericordia no perecería un número tan grande de ellos. Diles a
las almas pecadoras que no tengan miedo de acercarse a Mí, habla de Mi gran
misericordia".
"La pérdida de cada alma
me sumerge en una tristeza mortal. Tú siempre me consuelas cuando rezas por los
pecadores. Tu oración que más me agrada es la oración por la conversión de los
pecadores. Has de saber, hija Mía, que esta oración es siempre escuchada".